Soy fan de la empanada de cordero patagónico que hacen en Empanada Project. Lo cocinan con yogur griego y vino blanco durante seis horas al horno de barro. Después le mandan curry, cebolla caramelizada y verdeo. Queda increíble. Uno de mis sabores preferidos de Rosario.
Son de masa gruesa y se cocinan a altas temperaturas, unos 300 grados, por 5′. Por el tipo de cocción quedan con los bordes quemaditos. Las burbujas negras le dan un paladar y una estética particular. Son frescas, hechas en el día y no tienen conservantes.
Los sabores (14) son variados y originales. Hay influencias norteñas y patagónicas, variedad de vegetarianas, y salsas para acompañar. Incluso hacen empanadas dulces de postre. No sé si alguien está haciendo un producto mucho más pensado que este en la ciudad. Tamaño: normal.
La de surubí asado también está buena. Viene con una salsa de tomate con huevo y aceitunas negras exquisita. Debería haber más empanadas de pescado en una ciudad que mira al río. Bien craneada, reivindicación de la tradición litoraleña con una vuelta gourmet.
Otra que me gusta mucho: pollo a las brasas con morrón y cebolla asados, perejil y vino blanco (la clave del sabor). Si no es la mejor de pollo que comí en Rosario, le pega en el palo. Y la de roquefort y cebolla, con orégano fresco, me vuela la cabeza.
La salteña de carne cortada a cuchillo con cebolla, papa, comino y pimentón de Cachi está muy bien. Buena masa. Imprescindible la salsa picante que acompaña y secundar con una copa de vino (venden tres orgánicos) para limpiar el paladar y prepararlo para otro bocado.
Además hacen unas veganas interesantes. La masa lleva aceite de oliva en lugar de grasa. Destaca la de humita: le ponen puré de boniato asado que le da textura, queso de almendras, cebolla, morrón, comino y albahaca. Bien consistente.
Las más originales son las dulces: una de peras asadas, almendras tostadas y almíbar que es fantástica. Y otra de queso y dulce de alcayota. Son raras, pero para comer de postre están buenas.
Dato piola: te mandan unos potecitos con cinco salsas para meterles adentro antes de cada bocado que mejoran MUCHO la experiencia. Un picante, un chimi, sweet chili, una de tomate, y mi preferida, una verde medio ácida.
Están en Pichincha (Alvear 99 bis). Es una esquina de vereda ancha y comparten mesas con Tortugas Ninja. Si comés ahí podés tomar un vermut o un vino orgánico por copa para acompañar (tienen combos de 2 empanadas y bebida por $9.000). Docena $30.700. $3.200 por unidad.
TEXTO: Nicolás Maggi
FOTOS: Yemina Paz Menis
