EL DESQUITE está en Granadero Baigorria (Av. San Martín 1422), cerca de la ciudad deportiva de Central
Lo puso una familia de Rosario que está en la gastronomía desde hace 20 años. Tuvieron la concesión de la comida de Central en Baigorria y Arroyo Seco y la habían perdido. Como desquite (de ahí el nombre), agarraron un salón de fiestas que está al lado de Giuseppe, una parrilla histórica, y armaron esto que arrancó en marzo de 2022.
Lo primero que se percibe al entrar es un laboratorio arquitectónico profundo y detallado. Tiene una barra central enorme, espejos redondos con luces detrás. Genera una atmósfera de película, entre un Old Hollywood y las últimas temporadas de Mad Men cuando se acercan los 60, con colores como verdes y rojos pasteles.
Abren todo el día. Al mediodía tienen menú ejecutivo, también desayuno y merienda. Pero para mí el fuerte es la noche porque es un lugar muy lindo a la vista. Encima justo enfrente tiene una triangular de YPF cuya forma recuerda a las estaciones de servicio art decó.
Hacen cocina gourmet, con porciones abundantes (sin zarparse) y platos decorados, pero abierta a todo público. Arrancaron con algo más selecto pero con el tiempo fueron metiendo en la carta cosas más tradicionales. Hay buenas opciones vegetarianas y sin TACC.
La idea es vender nocturnidad, citas de parejas o encuentros de amigos. El público está en gran parte de la zona norte de Rosario y de todo el cordón industrial.
TRAGOS
La coctelería es fenomenal. Además de lo tradicional, en la de autor tienen una temática por estación y van cambiando la carta. La de ahora son dibujos animados y todos los tragos están basados en un personaje. Yo tomé un Johnny Bravo: chocolate amargo artesanal, almíbar de plátano y whisky Chivas. Adornado con banana disecada.
También probé un Don Gato y su Pandilla: Gin de rosa mosqueta, reducción de maracuyá y fernet, Giovanonni rosso y ginger ale. Decorado con cáscara de limón y lavanda.
Los tragos salen todos $4960. Pero hay una opción por un precio menor en la que el cocktail se elige al azar. Te traen a la mesa unas cartas dadas vueltas, jugás un memotest y tomás el personaje que sale. Esto me pareció divertidísimo.
También hay buenos mocktails, para darle posibilidad a los que no toman alcohol de tener algo distinto, algo que tiene que ver con la ubicación geográfica del lugar porque muchos llegan manejando. Esta es la Limonada No 2: Juego de limón, azúcar negra, menta, té.
$3000.
ENTRADAS
Pedimos un montadito de tortilla de papa, alioli y tomates asados. Sobre una bruschetta, re potente, la tortilla es más armadita para poder comerla como tapa.
Provoleta de tomate cherry confitado y pesto. Espectacular. Sabrosa. Crocante afuera y de corazón jugoso. $6700
Acompañamos con un Desquiciado cabernet franc. $13860
PRINCIPALES
Entraña grillada con aceite de ajo acompañado de puré aligot. Tierna. Magra. Hecha al grill, no en parrilla, pero muy rica y sacada en el punto justo para que no sea chicle. $12950
Roll de berenjenas asadas rellenas de ricota ahumada. Original combinación de sabores. Como unos canelones sin masa, hechos de berenjena y con salsa de tomate. Acompañado de batatas fritas en cubitos. $9800
POSTRE
Torta invertida tibia de manzanas caramelizadas. Viene con bocha de helado de vainilla y una flor de caramelo. El postre que hacían nuestras madres pero con una vuelta de tuerca de pastelería. $5500
Al final jugamos al juego del azar y nos tocó el Picapiedra: Gin Apóstoles de rosa mosqueta, Giovannoni seco, shrub de naranja y ají, piel de naranja confitada.
SÍNTESIS
Hermoso lugar. Muy buena cocina. Excelentemente atendido. Muy bien manejados los tiempos. El lugar estaba lleno y la comida salió con muy poca demora. Son meticulosos con los platos. Si sos de Rosario, para cambiar de aire y hacer algo distinto. No está tan lejos.
Sí apunto algo constructivo. Le daría más bola a la música. Había una electrónica no muy molesta pero si muy para adelante que a mi gusto no cuadra con el lugar. Le pondría algo más sofisticado y chill.
