Un escándalo lo de Chamuyo
Se come cada vez mejor. Hace bien lo que en Rosario en muchos lugares parecía haber quedado en el olvido: la cocina de un restaurante tiene que ser buena. Los equipos se arman de atrás para adelante.

Este arroz estilo andaluz con tentáculo de pulpo español estaba increíble. Excelentemente condimentado y con una textura endiablada.
La empanada de tapa de asado cortada a cuchillo ya es un clásico. Jugosa, explosiva. Me enamoró la primera vez que fui y ahora confirmé que es riquísima.
La provoleta también me encantó: viene rellena con champignones, panceta, cebolla caramelizada, tomate confitado y rúcula. Salada, tomás mucha agua después (o vino) pero vale la pena.


Otro gran gran plato: trucha patagónica con manteca de alcaparras y limón. La guarni es un cremoso de zanahorias que me voló la cabeza. Punto perfecto de cocción del pescado y un sabor increíble. Si van, pruébenlo. No se van a arrepentir.

Mi amigo pidió la milanesa de Entrecot napolitana con papas bastón. Generosa, tierna. Un plato de bodegón suculento y bien hecho.
Dato: tienen 100 etiquetas de vino (están todas las botellas exhibidas) y cada plato tiene su maridaje sugerido. Tomamos un Doña Paula cabernet franc muy acertado. Es un proyecto de dueños chilenos que compraron hectáreas en Mendoza. Un elixir.

Pero lo mejor fue el postre. Los helados están hechos artesanalmente con una máquina italiana que tienen en el mismo restaurante. Se autoproducen el helado. Pedí uno de pistacho con sal marina que tiene pistacho posta y una densidad impresionante. LUJO.

@Roquegiordano se pidió el volcán de chocolate con helado de dulce de leche casero que estaba también mortal. Es un volcán posta hecho ahí, no el que viene congelado y meten en el microondas que venden en todos lados. Droga. Dale play al video totalmente food porn.
La verdad que la comida fue una fiesta. Hacía tiempo (creo que desde que fui a Fondo) que no me iba de un lugar tan satisfecho con todo lo que comí. No es un lugar barato pero les va cada vez mejor (estaba lleno mal y era un jueves) y con esta experiencia entendí por qué.


texto por Nicolás Maggi
diseño por Yemina Paz Menis